Nexa terminó el trimestre de 2020 enfrentando los desafíos generados por la
pandemia, debido principalmente a la promulgación de una emergencia nacional en
Perú, país donde se concentra el 70% de su producción de zinc. Al mismo tiempo,
actuó rápidamente para ampliar las medidas de protección para sus empleados y
proveedores de servicios, además de apoyar a las comunidades en las regiones
donde está presente.
“En Nexa, nuestra preocupación ha sido proteger a nuestros empleados,
proveedores de servicios y comunidades vecinas en Brasil y Perú. Por esta razón,
adoptamos todas las medidas determinadas por los gobiernos y las organizaciones
de salud para combatir al COVID-19 en nuestras operaciones”, afirma el CEO de
Nexa, Tito Martins.
También se creó un comité de crisis con miembros de las unidades de la empresa,
para garantizar el cumplimiento de un plan de acción estricto en varios frentes, que
involucra la implementación de protocolos de salud con medidas preventivas, entre
otros.
En la lucha contra el COVID-19, Nexa también se unió a los municipios donde se
encuentran sus unidades. "Centramos nuestras acciones principalmente en
proporcionar más de 520 mil equipos de protección para profesionales de la salud
pública, como máscaras, guantes, delantales, alcohol en gel, entre otros, y pruebas
rápidas para detectar la enfermedad en Brasil y Perú", destaca el CEO de Nexa, Tito
Martins. Además, en Perú, Nexa se unió a los esfuerzos de la Sociedad Nacional de
Minería, Petróleo y Energía (SNMPE) para donar 500,000 pruebas rápidas para
descarte de COVID-19. Además, distribuyó más de 11,000 canastas de alimentos a
comunidades en vulnerabilidad social. Las donaciones de equipos de protección
personal y las canastas de alimentos se realizaron en asociación con el Instituto
Votorantim.
En cuanto a su desempeño financiero, Nexa alcanzó US$ 442 millones en ingresos
netos consolidados en el primer trimestre de 2020, una reducción del 22,4% en
comparación con el mismo período del año anterior debido al menor precio de los
metales en el mercado internacional. Durante este período, se produjeron 77 mil
toneladas de zinc, 14.3% menos en comparación con los primeros tres meses de
2019 debido a la suspensión temporal de las actividades mineras en Perú por la
promulgación del estado de emergencia nacional. En el mismo período, la
producción de cobre totalizó 7 mil toneladas, 22.2% menos que en el primer trimestre del año anterior, mientras que la de plomo fue de 9 mil toneladas, con
una disminución del 23.8%. Por otro lado, la venta de metales, de 145 mil
toneladas, se mantuvo en línea con el mismo período del año anterior, reflejando
un escenario positivo en el mercado latinoamericano hasta mediados de marzo.
En este contexto, el EBITDA ajustado de Nexa fue de US$ 44 millones en 2019
contra US$ 108 millones en el mismo período del año pasado. El buen desempeño
del segmento de refinería (smelting) fue parcialmente compensado por el peor
resultado del segmento minero en Perú. El ingreso neto de la compañía, a su vez,
fue negativo en US$ 612 millones en el primer trimestre de 2020, principalmente
debido a pérdidas generadas por efectos contables no monetarios (impairment) por
un monto de US$ 485 millones, también vinculado a operaciones en Perú.
“En este trimestre, la pandemia ha afectado negativamente al mercado de
productos básicos y sus efectos en la economía mundial aún son inciertos. Las
medidas tomadas por los gobiernos para limitar la propagación del COVID-19
continúan afectando las cadenas de suministro, los precios y la demanda global. En
Brasil, nuestras operaciones no se vieron afectadas en gran medida, mientras que
en Perú estamos reanudando gradualmente nuestras actividades”, destaca el CEO
de Nexa, Tito Martins.
El día 15 de marzo, el Gobierno peruano declaró un estado de emergencia nacional,
y con eso, las operaciones mineras de Nexa se suspendieron a partir del 18 de
marzo, con la excepción de las actividades críticas y de mantenimiento. A principios
de mayo, se anunció el plan del Gobierno peruano para reactivar gradualmente la
economía, permitiendo que las actividades mineras se reanuden en unidades con
una producción diaria superior a las 5.000 toneladas, después de adaptarse a los
nuevos protocolos de salud emitidos por el Gobierno. Como resultado, la producción
en las minas Cerro Lindo y El Porvenir se reiniciará a partir del 11 de mayo, cuyo
período de reanudación gradual se espera que dure hasta finales de junio. Las
actividades en la mina Atacocha continuarán suspendidas. La refinería de
Cajamarquilla, a su vez, continuó operando a capacidad reducida y reanudará
gradualmente los niveles de producción. En Brasil, la refinería Juiz de Fora está
reduciendo sus volúmenes de producción hasta en un 40% durante los meses de
mayo y junio, ajustándose a los nuevos niveles de demanda, que se vieron
afectados por la pandemia.
El pronóstico de producción de metales para 2020 se revisa frente a los efectos de la pandemia
Considerando el escenario actual, la producción de zinc para 2020 se estima entre
300 y 335 mil toneladas, 11% por debajo de la estimación anterior, sujeto al
retorno y la evolución de la producción de minas en Perú. En relación con la
producción de cobre, la Compañía estima alcanzar volúmenes entre 30 y 33 mil
toneladas, mientras que la producción de plomo debería alcanzar entre 33 y 38 mil
toneladas. Se espera que la producción de plata alcance entre 6.0 millones de
onzas y 6.8 millones de onzas en el transcurso de este año.
Para el año en curso, las ventas de metales se estiman entre 540 y 580 mil
toneladas, una reducción del 10% en relación con la estimación previa de la
compañía. La expectativa es que la demanda en el segundo trimestre también se
verá afectada por las medidas adoptadas en todo el mundo para combatir la
propagación del COVID-19. Nexa también espera una mejora gradual de la
demanda durante la segunda mitad del año, sujeta a la mejora del entorno
comercial y los requisitos futuros para el control del COVID-19 en sus operaciones.
CAPEX 2020 se reduce a US$ 300 millones
En respuesta al COVID-19 y con enfoque en preservar la caja en este período de
crisis, Nexa disminuyó el CAPEX estimado para 2020, de US$ 410 millones a US$
300 millones. En este contexto, se suspendieron las inversiones en proyectos
greenfield, con la excepción del proyecto Magistral (Perú) ya que se encuentra en
una etapa avanzada, y se redujeron las actividades de exploración minera.
En el primer trimestre, Nexa invirtió US$ 80 millones en CAPEX, el 51% de los
cuales se destinó a proyectos de expansión y el 49% a mantener activos, mejorar
el sistema ambiental, la innovación y los proyectos sociales de las unidades. Para la
construcción del proyecto en Aripuanã (MT) se asignaron US$ 29 millones en el
primer trimestre. Actualmente, la compañía está trabajando en un nuevo
cronograma del proyecto, que ahora prevé el inicio en el tercer trimestre de 2021
debido a varios factores, como las condiciones climáticas locales y las restricciones
logísticas en la región. En el primer trimestre de 2020, las obras continuaron
avanzando y lograron un progreso físico del 39%